No me jodáis.
¿De verdad no prefieres un cabrón que te vuelva loca sólo con mirarle? Que te coja en brazos y te empotre en la pared, que te muerda el labio, que a dos milímetros de tu boca, la aparte. Que te regale más condones de fresa y menos flores, más orgasmos y menos promesas. Que te despierte con un buen polvo y no se te quede mirando lo bonita que eres. Bah, chicas, nada como que te recoja y te lleve al burguer, hacerlo en cualquier sitio, el cigarro de después, que esté loco por tí pero sólo él lo sepa.
Así que princesas, dejaros de tanta corona.
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