Mírame a la cara, mírame y no digas nada.
Me escondo en la oscuridad bajo tus sábanas.
Mi calma busca, tu corazón reclama volver a chocar, volar, soñar, rozar, tocar... ver mas allá de las miradas.
Ni las hadas lo comprenden.

A crecer unidos llamamos nuestra aventura,
La locura del pecado; amanecer a tu lado,
que el sol roce mi piel, besar la miel que hay en tus labios.
Enfadarnos sin motivos,
ser abrigo si hacer frío,
ser testigos, confidentes y ante todo amigos.
supiste amar la imperfección,
la depresión que arrastro yo.
Supe de ti que lo mejor que posees es tu corazón,
no es la historia mas bonita ni la mas perfecta,
simplemente es nuestra y con eso basta.
Es la playa una mirada, caricias en las espalda,
mi perfume en tu almohada, y tu olor en mi casa.
Son los mismo lugares tan distinto si tu estás,
convertiste en por siempre mi país de nunca jamás.