miércoles, 22 de mayo de 2013

Nada podrá conmigo.

Parece que ahora todo empieza a mejorar. Después de la tormenta más larga de mi vida, empiezo a ver el Sol asomar entre las nubes. Empiezo a sentir el calor, se acabó el frío que tanto me calaba. Se acabaron las noches en vela, empapada de lágrimas, sufriendo en silencio; ahora es hora de reír a carcajadas, de gritarle al mundo que sobreviví a otra batalla, que gané a todas las decepciones. Y es que cuando tocas fondo, no te queda otra que ascender. El tiempo curará mis heridas, otros besos me curarán de tus besos, el vodka me salvará de los recuerdos y el humo, de la realidad. Volaré bien alto, tocaré las estrellas, ya llegará el momento de volver a caer.
Ya llegarán más tormentas que me pillarán sin paraguas, ya me empaparé de agua salada, volverán esas noches tan frías y tú volverás a estar lejos, pero no te preocupes, yo jamás podré rendirme.

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